miércoles, 19 de octubre de 2011

Escuela: un nuevo espacio de construcción

"Encontrar una buena escuela no es tan difícil como encontrar un unicornio azul, no es imposible, no forma parte de los sueños. Creo que no es una utopía, que es posible hacerlo (porque de hecho las hay.)".Marcelo Bianchi Bustos
En la escuela de hoy debe encontrar un espacio la fraternidad, esa que propicia el compartir lo que se tiene con el otro desde los conocimientos hasta los medios de enseñanza, sobre todo con aquel con menos recursos que no puede acceder a todos los instrumentos; como el libro, la computadora, etc.; el ayudar a los estudiantes a realizar la tarea o entender un tema que no ha sido totalmente asimilado, a realizar el proyecto final de una materia, etc.
“Pero debemos tener cuidado  de que esta ayuda fraternal no se convierta en paternalismo que mate todo esfuerzo de superación personal o que por el contrario genere en el que ayuda, un espíritu de superioridad”. Dussel - Southwell
La labor formadora del maestro es extremadamente delicada pues no se puede perder de vista que el objeto de su labor son seres humanos a los que si él sabe hacer bien su obra los ayudara a superarse y ser cada vez mejores persona, capaces de pensar.
Debemos entender que nuestros alumnos no son todos iguales, que provienen de contextos familiares y realidades socio- económicas diferentes. Seamos los que les brindemos toda clase de estímulos para prepararlos en la mayor medida de lo posible para enfrentar el día a día.
Es nuestra tarea buscar una “propuesta didáctica que no disocia el aprendizaje de la enseñanza, repone el lugar del maestro “Melgar- Zamero (2011) y brinda un abanico de posibilidades a los alumnos.
   Rescatemos sus saberes, apoyemos sus ideas positivas, seamos el nexo entre la sociedad y los niños valorando lo que “traen de casa” la cultura barrial, local, en la que están inmersos. No las descartemos como diciendo que los únicos saberes válidos son los que imparte la escuela.  No sigamos marginando, discriminando, desvalorizando, busquemos que la escuela sea ese lugar al que pueden ir a aprender pero también en el que se respeta a cada uno tal cual es. Transformemos a la escuela en ese espacio en el que tanto nuestros alumnos como sus familias puedan encontrar un lugar donde expresarse, enriquecerse, reflejarse, y proyectarse.
Hoy, a la escuela se le demandan muchas cosas, quizás demasiadas. Se le pide que enseñe, de manera interesante y productiva, cada vez más contenidos; que contenga y que cuide, que acompañe a las familias, que organice a la comunidad; que haga de centro distribuidor de alimentos, cuidado de la salud y de asistencia social; que detecte abusos, que proteja los derechos y que amplíe la participación social” . Dussel - Southwell
La sociedad actual presenta nuevos e inquietantes desafíos a la tarea educativa de la Escuela.
La Escuela debe  tener en cuenta la sociedad de la que forma parte y responder a sus expectativas desde una posición crítica. Debe recuperar e intensificar su función específicamente educativa que la convierta en el motor transformador de la realidad. Debe ofrecer la posibilidad de compensar, en parte, los efectos de las desigualdades económicas y culturales de la realidad de la que forma parte. 
Toda esta tarea está en nuestras manos… ¿comenzamos a trabajar para lograr una nueva escuela?

Enseñar Lengua en el primer ciclo de la escuela primaria

   Con la llegada de los alumnos, el primer día de clases, se abre para el docente un abanico de historias y vivencias con las que tendrá que convivir e interactuar por todo un año.  Esos niños no son “cajitas vacías” que hay que llenar sino que tienen ya en su haber innumerables experiencias. Conocen un lenguaje al que utilizan con diferentes propósitos  y que el docente debe valorar como punto de partida para aprender nuevas formas de comunicación, de ver y de percibir el mundo.
   Apoyándose en esos conocimientos es que el docente va a convertirse en un mediador con la realidad y va a acompañar a los niños en la tarea de alfabetizarse.
   Mucho se ha hablado de métodos y estrategias  y lamentablemente  poco conocemos los docentes en este sentido ya que no se nos prepara lo suficiente en los Institutos de Formación Docente y así tomamos el desafío de enseñar a nuestros niños y vamos buscando aquí y allá  ideas propias y ajenas, siguiendo con la mejor buena voluntad diferentes métodos, ideas o tendencias del mercado que no son las más actuales ni las mejores.
   Es nuestra responsabilidad como alfabetizadores tomar con muchísima seriedad el tema y buscar alternativas para encontrar un método equilibrado que les permita crecer y lograr que aprendan a escribir como una necesidad de expresarse. No se puede enseñar a leer y escribir de cualquier modo. Que los cuadernos de los niños sean los testigos, el reflejo de decisiones basadas en un método de enseñanza responsable, con una propuesta alfabetizadora coherente y fundamentada científicamente.
  Si la forma en que un niño se inicia en la lengua escrita en el contexto del aula, es un proceso mucho más complejo que el aprendizaje de las letras debe disponer de diferentes experiencias que lo lleven a descubrir cómo funciona el sistema alfabético. Es por eso que directivos y docentes  deben sentarse a planificar y decidir qué alumnos se quiere formar, definir acciones para que el método no sea un obstáculo para la inclusión del niño en el mundo alfabetizado sino que sea un puente para que logre llegar a él.
   Uno de los problemas centrales de la práctica pedagógica es la de brindar una enseñanza que garantice el aprendizaje  de la lectura y la escritura en la primera etapa, la alfabetización inicial que constituye la base del aprendizaje de otras etapas de alfabetización
    Necesitamos entonces, a  la luz de la realidad y los resultados cada vez más deficientes, una urgente revisión del método uniendo esfuerzos con la familia, valorando sus aportes y estudiando mucho.
   Planificar acciones, estrategias y criterios de evaluación, elegir un método equilibrado, articular horizontal y verticalmente, aliarse con la familia, estudiar y conocer más de lo que es esta gran tarea hará que todos los niños puedan acceder a alfabetizarse y no haya tanta repitencia, deserción y exclusión en nuestras escuelas.
  Gran desafío, difícil… pero no imposible

Método equilibrado en la enseñanza de la Lengua

El  enfoque equilibrado  es una forma muy interesante y práctica de lograr que los alumnos aprendan a interpretar lo que dicen los textos, que es la dificultad más importante que  presentan generalmente.
En el segundo ciclo, los alumnos necesitan  conocer estrategias que les permitan apropiarse de los contenidos a través de los textos.
Es una etapa en la que deben leer y escribir mucho, en todas las áreas, desarrollando las herramientas necesarias para trabajar con textos de todos los formatos.
Pero para que esto suceda, los integrantes de las instituciones escolares deben “comprender que el proceso de enseñanza de la lectura y la escritura no son patrimonio exclusivo del profesor de Lengua sino que deben convertirse en  responsabilidad de todos los actores institucionales.”  Vidal (2011)
Existen en las aulas buenas prácticas como ser: leer literatura, escribir con distintas intenciones, trabajar diferentes formatos textuales, etc. lo que ayuda a los alumnos a apropiarse de la lectura y la escritura desde un primer momento, con experiencias enriquecedoras y significativas para ellos.
“Enseñar y aprender la lengua escrita en el aula no es tarea sencilla pero el desafío para docentes y alumnos  puede ser enfrentado con propuestas didácticas que contemplen la lengua escrita como contenido prioritario.” Vidal (2011)
“Comprender que la escritura es una herramienta para la comunicación y por lo tanto cuando se aprende a escribir textos, estos deben ser comunicables, inteligibles para sus destinatarios o receptores.”  Vidal (2011)
 Porque “una vez completado el período de alfabetización inicial de primero a tercer año, los alumnos están en condiciones de leer y escribir de manera autónoma.  Esta creencia puede hacer que no se juzgue  necesario ocuparse con intensidad de enseñar a comprender lo que se lee y a escribir cada vez mejor durante el segundo ciclo.” (Melgar-Zamero 2009)
Pero es en esta etapa de la escolarización donde se les debe dar  a los alumnos y alumnas la posibilidad de trabajar más con los textos tanto escribiendo como leyéndolos, resolviendo genuinos problemas de Lengua  reflexionando acerca de las características del sistema, las normas vigentes y los usos.
          Es evidente que en el segundo ciclo, luego de observar varias carpetas de alumnos, no se trabaja lo suficiente con los textos. Generalmente se le hacen cuestionarios de preguntas de recuperación de información explícita y no se somete a los alumnos al trabajo de inferencia, de análisis de los textos para obtener toda la información necesaria.
         Se deben enseñar múltiples estrategias para que puedan “bucear” en los textos, interpretarlos, reformularlos  pero también disfrutarlos.
         Una correcta planificación de estrategias de abordaje de los textos con la previa enseñanza de las herramientas para trabajarlos, ayudará a que el segundo ciclo no pase desapercibido en la escolaridad sino que se convierta en el trayecto en el que se realice el “andamiaje” para que los alumnos puedan obtener aprendizajes significativos y  aprovechen todo lo que cada texto puede aportarles.